¿Qué significa desarrollo personal?
Significa florecer y crecer, empezando a la vez un trabajo de introspección y de sanación. Esto nos permitirá conocernos más profundamente y entender las sutiles dinámicas interiores del complejo ser humano. Así es como descubriremos nuestras ocultas potencialidades, teniendo la gran posibilidad de desarrollarlas, por el bien de todos.
Somos seres espirituales y divinos, herederos por genética de muchas facultades, cuya utilización hará que nuestros aprendizajes, individuales y colectivos, sigan evolucionando por los caminos de la conciencia.
Tenemos todo lo que nos hace falta para ser libres y felices, aquí y ahora, en esta misma vida. Tomemos el mando y pasemos a la acción ya, porque cada momento que pasa no volverá a suceder.
Ya ha llegado la hora de despertar y hacer brillar nuestra verdadera luz, en lugar de seguir actuando de forma automática e inconsciente a través de nuestras sombras, condicionamientos y ego.
Tenemos que entender que en realidad, “todos somos uno”, y lo que le hago a mi hermano/a me lo estoy haciendo a mí mismo. Lo individual y lo colectivo van cogidos de la mano. Todos somos responsables de lo que acontece en el mundo, y aún más en nuestra vida, la única sobre la que de verdad tenemos poder absoluto.
Empezando a cambiar y a mejorar la propia vida es como estaremos dando nuestra humilde, pero requerida, contribución a la mejoría de la vida en el planeta. Si todos lo entendiéramos y empezáramos ya con lo que nos compite a cada uno, que es traer conciencia y luz en nuestra existencia, la vida en el mundo no tardaría mucho en mejorar, pues estamos por todos lados.
El camino del desarrollo personal y de la sanación que conlleva, es una etapa fundamental e imprescindible para todos aquellos que buscan la paz interior y duradera. Para ello se requiere pasar a la acción, porque de nada sirve saber si después no se actúa conforme a ello, para lograr lo que estamos necesitando, ya sea a nivel individual como colectivo, que es felicidad, liviandad, conciencia y sanación.
Independientemente de donde estemos situados en la escalera de nuestro desarrollo personal, siempre hay un peldaño superior que está al alcance y que significaría un ulterior crecimiento, trayendo más paz y conciencia a la manera en que vivimos el día a día.
Todos, sin excluir a nadie, tenemos algo del pasado que está aún pendiente de resolución, y que nos limita e impide expresar nuestros desconocidos potenciales, aunque no estemos conscientes de ello.
Todos queremos ser felices y experimentar una paz constante y duradera, ¿pero cuánto de verdad hacemos para lograrlo?
Si queremos aprender un idioma lo estudiamos, dedicando tiempo a recibir información teórica y hacer los ejercicios prácticos.
¿Quiere ser feliz?
Significa florecer y crecer, empezando a la vez un trabajo de introspección y de sanación. Esto nos permitirá conocernos más profundamente y entender las sutiles dinámicas interiores del complejo ser humano. Así es como descubriremos nuestras ocultas potencialidades, teniendo la gran posibilidad de desarrollarlas, por el bien de todos.
Somos seres espirituales y divinos, herederos por genética de muchas facultades, cuya utilización hará que nuestros aprendizajes, individuales y colectivos, sigan evolucionando por los caminos de la conciencia.
Tenemos todo lo que nos hace falta para ser libres y felices, aquí y ahora, en esta misma vida. Tomemos el mando y pasemos a la acción ya, porque cada momento que pasa no volverá a suceder.
Ya ha llegado la hora de despertar y hacer brillar nuestra verdadera luz, en lugar de seguir actuando de forma automática e inconsciente a través de nuestras sombras, condicionamientos y ego.
Tenemos que entender que en realidad, “todos somos uno”, y lo que le hago a mi hermano/a me lo estoy haciendo a mí mismo. Lo individual y lo colectivo van cogidos de la mano. Todos somos responsables de lo que acontece en el mundo, y aún más en nuestra vida, la única sobre la que de verdad tenemos poder absoluto.
Empezando a cambiar y a mejorar la propia vida es como estaremos dando nuestra humilde, pero requerida, contribución a la mejoría de la vida en el planeta. Si todos lo entendiéramos y empezáramos ya con lo que nos compite a cada uno, que es traer conciencia y luz en nuestra existencia, la vida en el mundo no tardaría mucho en mejorar, pues estamos por todos lados.
El camino del desarrollo personal y de la sanación que conlleva, es una etapa fundamental e imprescindible para todos aquellos que buscan la paz interior y duradera. Para ello se requiere pasar a la acción, porque de nada sirve saber si después no se actúa conforme a ello, para lograr lo que estamos necesitando, ya sea a nivel individual como colectivo, que es felicidad, liviandad, conciencia y sanación.
Independientemente de donde estemos situados en la escalera de nuestro desarrollo personal, siempre hay un peldaño superior que está al alcance y que significaría un ulterior crecimiento, trayendo más paz y conciencia a la manera en que vivimos el día a día.
Todos, sin excluir a nadie, tenemos algo del pasado que está aún pendiente de resolución, y que nos limita e impide expresar nuestros desconocidos potenciales, aunque no estemos conscientes de ello.
Todos queremos ser felices y experimentar una paz constante y duradera, ¿pero cuánto de verdad hacemos para lograrlo?
Si queremos aprender un idioma lo estudiamos, dedicando tiempo a recibir información teórica y hacer los ejercicios prácticos.
¿Quiere ser feliz?
