Un camino espiritual conduce a la felicidad, y
los beneficios que el viajero encontrará en el camino no sólo serán personales.
Muchos aprovecharán de su nueva luz y del buen ejemplo que está dando, siendo
quizás inspirados a mejorar sus vidas y a buscar en el lugar adecuado lo que sus
almas anhelan profundamente.
Es inútil buscar bajo la luz de un farol lo que se ha perdido en otro lugar, solamente porque allí hay
luz. Si no estamos contentos o felices tenemos que buscar las razones en nosotros mismos, en
nuestro interior, y no donde nos sea más conveniente. Entiendo que es más
fácil echar las propias responsabilidades afuera, apuntar el dedo contra
los demás y justificarse con falsas,
pero creíbles escusas. Sin embargo,
quede claro que con estas
actitudes, nunca seremos felices
y satisfechos, ya que estamos buscando
algo interior en el exterior, donde jamás podremos encontrarlo. Este fundamental error nos dejará
frustrados e insatisfechos
y, con mucha probabilidad, descargaremos nuestra ira en los que
nos rodean, que, en realidad, nada tienen que ver con las incomodas emociones que estamos experimentando.
Es importante entender,
"aquí y ahora", que tanto la
felicidad como la serenidad y la
paz son estados internos de nuestro
ser, y que lo que realmente influye
su presencia o ausencia en nuestro
día día es la propia manera de vivir la vida y como tomamos
y enfrentamos todo lo que nos sucede.
La felicidad se experimenta en el presente. Si
no podemos sentirla y pensamos alcanzarla cuando un cierto evento externo acontezca,
sólo estamos engañándonos ya que nunca podremos ser felices mañana si no lo
somos hoy. Lo seremos mañana si hoy entendemos y cambiamos lo que nos impide serlo.
Si lo hacemos y dedicamos tiempo y atención a lo que realmente influye la
felicidad, que es la sabiduría, la comprensión de la vida, el autoconocimiento y
la sanación de todo lo que nos agobia y limita, empezaremos a ser felices. Además,
recuperaremos también autoestima, ya que somos los obreros y principales
responsables de nuestra felicidad y de todas las mejoras que vayamos obteniendo.
Buscar la felicidad en el futuro, en las
vacaciones, en el fin de una etapa y en el comienzo de una nueva, en una
promoción del trabajo o en la llegada de la pareja ideal, es ceder el poder
fuera, perdiéndolo y quedándonos así expuesto a la merced de eventos que no
podemos ni conseguimos controlar, haciendo que vayan como queremos. Actuar así
es ilusionarse y perder tiempo.
Ser sabio ayuda a ser feliz. Es muy importante
y apropiado que asumamos nuestras responsabilidades y poderes, utilizando así propiamente
nuestras energías para lograr auto-conocimiento y auto-control. Así
comenzaremos a ser más felices y menos influenciado por lo que sucede a nuestro
alrededor.
Cuantas más personas felices viven en el mundo, tanto más éste se convierte en un lugar mejor, ya que una persona verdaderamente feliz es honesta, sincera, compasiva, caritativa y no más egoísta, aunque lo haya sido cuando todavía era ignorante de su verdadera esencia y naturaleza. Cuando amamos a los demás y los tratamos como nos gustaría ser tratados, cuando miramos hacia adentro en lugar de justificarnos o culpar a otros, y cuando empezamos a liberarnos de todo lo que nos oprime, molesta y aborrece, entonces sí que vamos por el buen camino.
Todo es posible, siempre y cuando lo
queremos y nos alineamos con
el poder superior que trasciende nuestra individualidad y nos une a todos, independientemente de
nuestro credo o del color de piel.
Nunca es tarde para aprender y meterse en un trabajo
de crecimiento personal, dado que nuestra vida ni ha empezado con nuestro
último nacimiento ni acabará con nuestra futura muerte. Y aunque estemos
convencidos de lo contrario, ello no tiene bastante fuerza para cambiar esta
indudable y cierta verdad, pero si para limitarnos en nuestra realidad
cotidiana y subjetiva.
Cuando uno cree que algo es posible
mágicamente se abren puertas que permiten que sea verdaderamente así. Al
contrario, cuando se cree que algo es imposible de hacerse o de lograrse,
estamos cerrándole las puertas e impidiendo que acontezca.
¿NO CREE QUÉ VALE LA PENA INVERTIR UN POCO DE TIEMPO
EN SU PROPIA FELICIDAD? ¿Qué puede perder?
Si quiere aprender un idioma lo estudia y cumple con
los deberes asignados. De igual manera si quiere ser feliz, y estamos hablando
de la felicidad verdadera e independiente de los acontecimientos exteriores,
deberá involucrarse en un necesario trabajo de sanación y desarrollo personal.
ESTE SÁBADO TALLER DE DESARROLLO PERSONAL EN ANTIGUA GUATEMALA
con amor
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