Esta es una muy buena pregunta, pues las 2
opciones propuestas son ciertas y coexisten sin excluirse la una con la otra;
al contario, se complementan.
“EL
DESTINO VIENE CON NOSOTROS”, pues cuando encarnamos en la Tierra en un
nuevo cuerpo, el alma, la que encarna y da vida al perecedero cuerpo físico,
trae consigo su destino, que es el objetivo que ella puede y debe alcanzar, y
que en sí mismo encierra la experiencia más oportuna para su crecimiento holístico. Ese destino, trazado en el periodo previo a
la encarnación por el propio Espíritu, el maestro del alma que somos, es
nuestro norte espiritual – la misión que sería oportuno cumplir durante la
encarnación relacionada. Esa misión, existe en 2 aspectos principales que van
cogidos de la mano: LO INDIVIDUAL Y LO
COLECTIVO.
A NIVEL INDIVIDUAL Y
PERSONAL, ese destino, esa misión, encierra los aprendizajes necesarios
para que el alma crezca, avance y evolucione; y para ello es muy importante que
ella sane aquellos aspectos de su vida en los cuales se siente incomoda, quitándose
así, una tras otras, todas las piedras que lleva en los zapados y que le
impiden expresar más libremente su verdadera esencia, brillar su bella luz y
utilizar sus grandes y desconocidos potenciales.
A NIVEL COLECTIVO Y
TRANSPERSONAL, ese destino, esa misión, encierra el aporte necesario que
cada individualidad a de dar para que la Tierra se vuelva en lugar más
consciente, más amoroso y más pacifico.
El Espíritu traza el destino de su alma conociendo bien su
pasado y sin nuca darle objetivos incumplibles. Si quieren saber más sobre los
conceptos de “ALMA, CUERPO Y ESPÍRITU” les invito a leer este otro artículo de nuestro blog.
Entonces, volviendo sobre la pregunta inicial “¿El destino viene con nosotros o nosotros lo formamos?”, podemos
ahora decir que a pesar de tener un destino trazado (una misión sugerida o un
objetivo principal que alcanzar) y que cumplirlo sería lo que más satisfaría a
nuestra alma, TODO DEPENDE DE LAS
DECISIONES QUE TOMAMOS CON NUESTRO LIBRE ALBEDRÍO, pues éstas pueden
acercarnos o alejarnos de ello. Nuestras acciones, emociones,
pensamientos y estado de conciencia son los que forjan nuestra realidad, la
cual, dependiendo si actuamos de forma conectada o no a
nuestro Espíritu, podrán o no conducirnos hacia la manifestación del nuestro
destino, por el gran bien de todos.
¡EL
DESTINO ESTÁ BOSQUEJADO
PARA QUE LO HAGAMOS MANIFIESTO!
Si quieren descargar el capítulo sobre “Libre albedrío y
destino” de la novela iniciática “SURFEANDO LAS OLAS DE LA VIDA” háganlo aquí
Entonces, estén pendientes, pues la
próxima pregunta que nace espontanea a raíz de este artículo es
 |
| ir al artículo |
Si le ha gustado y servido el
artículo no duden en compartirlo con sus contactos
Muchas gracias
Con amor
Marco
No hay comentarios:
Publicar un comentario